El 12 de diciembre de 2019 tuvo lugar en Teguise, en la isla de Lanzarote (Canarias), una conferencia pública sobre el guirre canario, la subespecie endémica de alimoche que vive en las islas de Fuerteventura y Lanzarote.
La interesante presentación fue realizada por el experto José Antonio Donázar, profesor del Departamento de Biología de la Conservación de la Estación Biológica de Doñana – Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
El acto, titulado «La conservación del guirre en Canarias. Situación actual y perspectivas de futuro», se organizó gracias a la colaboración entre el proyecto LIFE Egyptian vulture, la Asociación Medioambiental Viento del Noroeste, el Municipio de Teguise y el Cabildo de Lanzarote y registró la presencia de una gran audiencia compuesta por un centenar de personas.
El profesor Donázar, que ha estado monitoreando la especie durante muchos años en nombre del Gobierno de Canarias, con el apoyo de numerosos colegas que trabajan tanto en el campo como en el procesamiento de datos, explicó cómo el estado del guirre ha mejorado significativamente en las últimas dos décadas: tras un descenso progresivo que había llevado al guirre a desaparecer de tres islas del archipiélago y sobrevivir solo en Fuerteventura y Lanzarote, contando tan solo 23 territorios, la situación ha ido mejorando, tanto que en 2019 se censaron nada menos que 77 territorios (en su gran mayoría ubicados en Fuerteventura).
Esta inversión de ruta fue determinada por intervenciones de conservación llevadas a cabo por el Gobierno de Canarias, en primer lugar de modificación de las líneas eléctricas destinadas a evitar el problema del enganche de las patas en dispositivos antivibración colocados en los cables y a reducir el fenómeno de electrocución (estos últimos también en curso como parte del proyecto LIFE Egyptian vulture).
Sin embargo, el aumento de la población se compensa con una baja productividad debido a causas que aún no se conocen bien, y a la presencia de factores amenazantes como la electrocución, el uso ilegal de venenos y la expansión de los parques eólicos.
Por lo tanto, es apropiado continuar por el virtuoso camino emprendido hace algún tiempo por el Gobierno de Canarias, que incluye el monitoreo de la población, intervenciones para reducir la mortalidad y acciones de apoyo (como la gestión de puntos de alimentación suplementaria).