La vida de Zoe en la naturaleza no ha durado mucho tiempo: la joven alimoche, que había sido liberada el 15 de agosto en el Parque de la Murgia Materana, fue recapturada el 7 de septiembre en Jelsi, en Molise, porque había temores acerca de su estado de salud y el hecho de que fuera capaz de arreglárselas por su cuenta. Ahora Zoe está alojada temporalmente en el CRAS en Matera y está bien; se está recuperando porque en el momento de su captura estaba indudablemente por debajo de su peso.
Su problema probablemente se debió a la inexperiencia y a la decisión de abandonar la zona de liberación prematuramente. Zoe, de hecho, tiene un año de edad y antes de la liberación había vivido en los aviarios del CERM Centro Rapaces Amenazadas, donde nació en mayo de 2019. Para acostumbrarse a la vida salvaje, sin embargo, hace falta tiempo y suerte.
Después de la liberación, Zoe vagó por Apulia y por la frontera entre Campania y Molise, monitorizada a distancia y en el campo por los expertos del ISPRA. Su desventura terminó bien porque tuvo la extraordinaria suerte de encontrar a personas especiales que activaron una cadena de señalización y rescate eficiente y rápida.
Cuando el 7 de septiembre Zoe aterrizó cerca de unos edificios rurales en los campos de Jelsi, junto a un gallinero, Guido Ceccolini de CERM alertó al naturalista Carlo Fracasso. Al mismo tiempo, los propietarios de la granja Michele D’amico y Andrea Valiante avisaron a sus amigos Lino Cirucci y Francesca Spensieri. Los tres naturalistas se apresuraron a ir al lugar y se iniciaron las operaciones de recuperación.
Mientras que Zoe era colocada en un lugar seguro, vigilada y alimentada, se activaron Enzo Cripezzi, de la LIPU de Foggia, Matteo Visceglia y Mariangela Francione, miembros de la Asociación CERM y directivos del CRAS de Matera; gracias a su relevo en pocas horas Zoe fue trasladada al CRAS de Matera. Afortunadamente, no tiene ningún problema físico sino sólo cansancio y hambre; más adelante se decidirá si puede volver a ser liberada en 2021.