Cinco de los ocho alimoches que fueron liberados en Basilicata en el verano de 2019 todavía son monitoreados por los registradores de datos GPS/GSM con los que están equipados: tres de ellos parecen decididos a pasar el invierno en Italia, mientras que dos han llegado a África.
El primer alimoche en llegar a África fue Leonardo, quien realizó una migración muy rápida y decidida: saliendo el 31 de agosto desde el área de liberación, el Parque Natural Regional de la Murgia Materana, el joven alimoche llegó a Sicilia a los tres días, y, desde allí, cruzó el Mediterráneo. Tras una parada nocturna en la isla de Malta, el 4 de septiembre voló sobre la costa de Libia para después adentrarse en el desierto, en dirección sur. El 15 de septiembre llegó al centro oriental de Mali, donde se detuvo.
Jane hizo una migración mucho más lenta: después de abandonar Basilicata el 6 de septiembre de 2019, primero se estableció en Calabria durante casi un mes y luego pasó otro mes en Sicilia. El 4 de octubre abandonó la costa sur de la isla, cruzó el Mediterráneo y llegó a Libia justo después del atardecer. Durante los días siguientes continuó su viaje hasta llegar a Níger el 11 de octubre, donde se quedó un mes, y a continuación se trasladó a Nigeria.
Noè, desafortunadamente, no tuvo la misma suerte que Jane y Leonardo, y no pudo llegar sano y salvo al continente africano. Habiendo salido de Sicilia el 4 de octubre mientras soplaba un viento desfavorable, el animal fue empujado demasiado al oeste durante el vuelo en mar abierto y se encontró frente a un tramo de mar demasiado largo. No lo logró y se ahogó a tan solo 40 km de las costas de Libia.
Otros tres jóvenes alimoches todavía están en Italia y es probable que pasen allí el invierno.
Diego y Kate se han establecido en Sicilia, respectivamente, desde el 29 de septiembre y el 12 de octubre. Viajan a lo largo de la costa occidental de la isla, desde el extremo sur hasta el extremo norte.
Lucrezia decidió abandonar Basilicata tarde: dejó el área de liberación el 4 de octubre, llegó a la parte sur de Calabria el 17 de octubre y todavía se encuentra en esa área.
Muchos ornitólogos voluntarios de Calabria y Sicilia, constantemente informados sobre la posición de los alimoches por la Asociación CERM, continúan «siguiéndolos» y, a veces, abasteciendo comederos volantes. Tampoco falta la colaboración de varios criadores locales, algunos de los cuales se han tomado muy en serio el destino de estos animales que pasean a menudo por sus pastos y los alrededores de los rediles.
Por último, recordamos las numerosas intervenciones de los carabineros forestales que aseguran, cuando es necesario, un control adecuado del territorio en el que se detienen los jóvenes alimoches.
