Tras una larga y compleja operación iniciada a finales de julio y finalizada a principios de septiembre, dos alimoches jóvenes nacidos en cautividad en el centro de rapaces amenazadas CERM en mayo de 2018 fueron liberados en el Parque Natural de la Murgia Materana (Basilicata, Italia), el 16 de agosto de 2018.
La operación fue organizada por la asociación del centro de rapaces amenazadas CERM y por el Instituto Superior para la Protección y la Investigación Medioambiental (ISPRA) con el respaldo del Centro de Recuperación de Animales Salvajes (CRAS) de San Giuliano (Matera, Italia).
El 9 de agosto los dos alimoches, dos hembras de nombre Bianca y Clara, fueron transferidas de la Toscana al CRAS. Dos días después, Bianca y Clara fueron equipadas con dispositivos de supervisión (registrador de datos GPS/GSM y radio VHF) y fueron trasladadas a una caja-nido que había sido instalada en una zona cercada del Parque Natural de la Murgia Materana.
Un tercer alimoche nacido en el CERM y trasladado al CRAS de Matera permanecerá en estas instalaciones hasta la próxima primavera, cuando será liberado junto con otros ejemplares nacidos en el CERM. Este ejemplar no pudo ser liberado junto con Bianca y Clara porque su plumaje todavía no estaba completamente desarrollado.
Así, en la vasta y soleada Murgia que acaricia la fabulosa ciudad de Matera, invadida por turistas atraídos por la belleza de los macizos montañosos y las iglesias rupestres, tuvo lugar la delicada operación de ambientación y liberación de los dos alimoches.
Supervisadas por dos cámaras de alta resolución, Bianca y Clara pasaron seis días en la caja-nido observando el paisaje que las rodeaba. Una vez abierta la parte delantera de la caja, el 16 de agosto de 2018 ganaron la libertad, iniciando vuelos exploratorios de la Murgia cada vez más prolongados y regresando a menudo a la zona cercada, en la que encontraban comida y agua.
El 3 de septiembre las dos jóvenes dejaron la zona de liberación rumbo al sur, iniciando juntas la larga y peligrosa migración que debería llevarlas a través del Mediterráneo hasta las costas africanas, cruzando posteriormente el Sáhara para establecerse en la franja del Sahel, probablemente entre Mali y Níger.
Tras cruzar rápidamente el Parque del Pollino (Calabria, Italia), sus caminos se dividieron, pero ambas alcanzaron la costa occidental de Sicilia tras solo 5 días de vuelo.
La operación de liberación fue posible gracias a la dedicación voluntaria de la asociación CERM y al trabajo del ISPRA. Las operaciones sobre el terreno fueron realizadas por Guido Ceccolini (CERM) y Alessandro Andreotti (ISPRA), con la colaboración de Andrea Ferri y Arianna Aradis (ISPRA), personal del CRAS de Matera (Matteo Visceglia, Mariangela Francione y Mimmo Finamore), Anna Cenerini (CERM) y varios voluntarios, entre los que se encuentran Pino Giglio, Stefania Caterina Pellegrino, Enrico Bassi, Maristella d’Addario y Víctor Swimmer Muñoz.
Los recursos para la liberación fueron aportados por la asociación CERM gracias a numerosas donaciones privadas. Fueron especialmente generosas las donaciones del Grupo de Censo Contemporáneo del Águila Real y el Quebrantahuesos del Parque Nacional de Stelvio y de la Estación Ornitológica Storcal de Calabria.
