Tommy, nacido en el CERM y liberado en Basilicata el 16 de agosto de 2022, fue muy probablemente víctima de un acto de caza furtiva.
El joven alimoche desapareció en el brazo de mar que separa Sicilia occidental de Túnez, y su historia, que tiene algo de increíble, podría esclarecer un fenómeno muy grave que antes resultaba inimaginable: la caza furtiva de aves migratorias desde embarcaciones.
Tommy había iniciado su migración a África el 22 de agosto. Cuando llegó al oeste de Sicilia, permaneció allí unos días. Durante ese tiempo, acudió a un punto de alimentación establecido gracias al proyecto LIFE Egyptian vulture por el ISPRA y el CERM. Una patrulla de guardas forestales lo había vigilado en la zona de forma constante.
El 21 de septiembre, un día de viento favorable, Tommy había abandonado la isla de Marettimo (Égadas) para dirigirse a Túnez. En el momento de la partida, fotógrafo Paolo Martinelli lo observó y fotografió volando. Las imágenes muestran que Tommy lucía un plumaje perfecto y estaba en muy buen estado de salud.
Tras volar unos 86 km hacia el sur, su GPS registró un brusco e incomprensible cambio de rumbo en dirección noroeste, seguido de un corto trayecto recorrido a una velocidad constante de 20-21 km/h. Posteriormente, dejaron de recibirse los datos del GPS, por lo que ya no pudieron conocerse la ubicación y los movimientos exactos del joven alimoche.
Inesperadamente, el 26 de septiembre de 2022, la radio de Tommy envió nuevos datos GPS: se encontraba en las inmediaciones de la isla de Malta, a unos 337 km al sureste del anterior punto registrado por su GPS cinco días antes. Alertados por el equipo del proyecto LIFE Egyptian vulture, la policía de Malta y voluntarios de BirdLife Malta encontraron el GPS en una playa de Malta, con la cinta de teflón del arnés que lo unía al cuerpo del alimoche cortada de forma limpia.
Todo esto sugiere que un barco derribó a Tommy mientras volaba entre Túnez y Sicilia, que lo subieron a bordo —de ahí el cambio de dirección y la velocidad constante— y que lo «custodiaron» en algún lugar hasta su llegada a Malta. En este caso, probablemente tras percatarse del GPS con el que iba equipado, los delincuentes le quitaron el GPS antes de desembarcar y lo arrojaron por la borda.
La hipotética pero probable conclusión de esta historia podría ser la entrega del cuerpo de Tommy a un disecador. En Malta, las asociaciones que se ocupan de este tema denuncian constantemente la caza furtiva y la taxidermia ilegal como fenómenos graves y de importancia internacional que las autoridades locales no combaten lo suficiente.
El equipo LIFE Egyptian vulture se hizo una idea de lo que ocurría en la isla en 2021 cuando dos de los alimoches liberados en Basilicata tuvieron la mala suerte de acabar en Malta durante la migración. Isabel había desaparecido tras ser objeto de una despiadada cacería de alimoches, mientras que Lucas, por suerte, logró escapar tras un feroz ataque de características similares.
Si se confirmara la reconstrucción de los hechos realizada gracias a los datos recibidos del GPS, la muerte de Tommy podría desvelar una realidad inquietante. Los miles de aves que recorren la principal ruta migratoria hacia África en el Mediterráneo central —cuando llegan a sobrevolar aguas internacionales entre el archipiélago de las Egadas y el cabo Bon (en Túnez)— están a merced de los cazadores furtivos.
Esto supondría una amenaza muy grave —desconocida hasta ahora— para el patrimonio avifaunístico de toda Europa, ya que por esa ruta transitan grandes grupos de muchas especies procedentes tanto de Italia como del centro, este y norte de Europa (halcón abejero, milano pardo, aguilucho lagunero, alimoche, cigüeña blanca, cigüeña negra, etc.).
A la vista de lo ocurrido a Tommy, se teme que a lo largo de los años otros alimoches desaparecidos en extrañas circunstancias en la misma zona hayan corrido la misma suerte. Entre ellos estaba Victor, que fue liberado en 2022 junto con Tommy, y desapareció pocos días antes que él al sur de la isla de Pantelleria.
Se pedirá a las autoridades responsables que comprueben lo ocurrido y, si es necesario, que tomen las medidas adecuadas para garantizar la seguridad de miles de aves migratorias. En particular, cabe resaltar el caso de las especies más amenazadas, que podrían ser objetivo selectivo de la caza furtiva. De hecho, las especies más raras son las más valiosas en el mercado de aves disecadas, floreciente en la isla de Malta.
La caza furtiva en el mar contra las aves migratorias, además de la que se produce en la isla de Malta, podría socavar los esfuerzos que se están realizando para conservar numerosas especies de aves en Europa, entre las que se encuentra el alimoche.